Lugar: Bilbao, España
Proyecto: 2024
Obra: 2024
En el casco viejo, junto a la ría y frente al puente de la Merced se encuentra el Restaurante Ola Martín Berasategui. El espacio está ubicado en el Hotel Tayko Bilbao, cuyo edificio tiene origen en el año 1924 y representa la cuarta edificación construida en hormigón en toda España y segunda en Bilbao.
De igual manera que el resto del hotel, el restaurante presenta un estilo industrial, con paredes con ladrillo a la vista, vigas de hierro y tonos grises evocando y homenajeando de esta manera al pasado fabril de la villa de Bilbao.
La propiedad del restaurante encargó a nuestro estudio Angulo arquitectura el traslado de su restaurante, ubicado en la planta primera del Hotel Tayko Bilbao a la planta baja del mismo hotel. Principalmente, el encargo consistía en rediseñar un nuevo espacio gastronómico que mantuviera la esencia del original, atendiendo a las nuevas necesidades espaciales y del cliente, condicionadas por la cercanía a la ciudad y los flujos del hotel.
Al igual que en el diseño del hotel el principal objetivo a nivel compositivo ha sido resaltar las bondades del maravilloso edificio que alberga este restaurante. La iluminación en la generación de ambientes y claroscuros ha sido una de las herramientas principales utilizadas para crear una atmósfera única y acogedora. Además, se ha prestado especial atención a la elección de materiales y colores que respeten la arquitectura del edificio y refuercen la identidad del restaurante.
El nuevo espacio gastronómico no solo busca preservar la esencia del original, sino también ofrecer una experiencia renovada y adaptada a las expectativas de los clientes contemporáneos. Para lograrlo, se han incorporado elementos de diseño vanguardista que dialogan con la estructura histórica del edificio, creando un equilibrio armonioso entre tradición y modernidad.
El diseño del mobiliario y la distribución del espacio se han planificado cuidadosamente para garantizar la comodidad y el disfrute de los comensales. Se han creado zonas diferenciadas que permiten tanto encuentros íntimos como reuniones más amplias, adaptándose a las diversas necesidades de los clientes. La disposición del mobiliario también favorece la circulación y el flujo natural dentro del restaurante, creando un ambiente relajado y acogedor.
Se trataba de rediseñar un nuevo espacio gastronómico, que mantuviera la esencia del original, atendiendo a las nuevas necesidades espaciales y del cliente